¿Es la obesidad una enfermedad?

La Organización Mundial de la Salud no solo trata la obesidad como una enfermedad, sino que la considera una epidemia. Según sus datos estadísticos, hay aproximadamente 1.200 millones de personas con sobrepeso u obesidad en todo el mundo.

En España, la obesidad también ha seguido una tendencia ascendente durante las últimas décadas, habiendo más y más personas obesas cada año en nuestro país. Actualmente, el 17% de los adultos españoles son obsesos o tienen sobrepeso, mientras que esta cifra asciende hasta el 27,8% en los menores. Esta tendencia ascendente es similar en todos los países europeos y, si las cifras continúan escalando a este ritmo, se calcula que, en 2040, todos los ciudadanos europeos serían obesos.

Al contrario de lo que la gente suele creer, la obesidad no se refiere únicamente al peso de la persona. De hecho, lo que en realidad define la obesidad es una cantidad de grasa acumulada muy superior a la recomendada, lo que, a su vez, suele implicar un peso mayor.

Además de las consecuencias físicas y psicológicas que la obesidad puede tener sobre la persona afectada, esta también puede favorecer el desarrollo de otras enfermedades que podrían llegar a ser fatales. Es por eso que deberías comenzar a prevenir la obesidad desde ya.

En este artículo, te mostraremos los riesgos que la obesidad conlleva para tu salud y te enseñaremos las mejores estrategias para que pierdas peso y adoptes nuevos hábitos saludables que te permitan deshacerte de esos quilos de más.

¿Por qué debería preocuparte la obesidad?

La obesidad empeora la calidad de vida y limita la actividad y la movilidadde la persona afectada. También suele causar problemas de autoestima y dificultades en las interacciones sociales, así como en la actividad laboral y sexual.

Sin embargo, el principal problema de la obesidad es que contribuye al desarrollo, progreso y empeoramiento de varias enfermedades que, por supuesto, empeoran la salud de los afectados y, en consecuencia, reducen su esperanza de vida.

Una de las enfermedades más habituales entre las personas obesas son las dislipidemias, causadas por una alta concentración de lípidos en la sangre. Si no se trata adecuadamente, el enfermo de dislipidemia podría desarrollar hipertensión arterial y problemas de corazón que pueden llegar a poner su vida en peligro.

Además, la obesidad también está asociada a la diabetes de tipo 2, ya que el 90% de los afectados por ella tienen sobrepeso. Este tipo de diabetes suele estar causada por una concentración demasiado alta de grasas, lo que hace que el organismo se vuelva resistente a la insulina, la hormona responsable de procesar la glucosa.

A su vez, las personas obesas también son más proclives a desarrollar tumores que pueden convertirse en cáncer. Entre las mujeres obesas, los cánceres de endometrio, mama y vesícula biliar son los más habituales. En los hombres, el más común es el cáncer de próstata. Asimismo, la obesidad también puede desencadenar cáncer de colon y recto en ambos sexos.

Por supuesto, es posible padecer estas enfermedades sin ser obeso, pero el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollarlas y obstaculizan su recuperación. No obstante, este riesgo dependerá del grado de obesidad, siendo mayor entre las personas con obesidad mórbida.

Las causas de la obesidad

Aunque la obesidad puede estar causada por factores genéticos, sus principales causas son una dieta poco saludable y un estilo de vida sedentario. De hecho, los expertos creen que los malos hábitos y otros factores ambientales suponen el 70% de las causas de la obesidad, mientras que el otro 30% se debe a problemas genéticos y endocrinos.

Entonces, parece claro que, en general, la mejor forma de prevenir la obesidad es deshacerte de todos estos malos hábitos y adoptar unos más saludables que te ayuden a reducir tu peso y te permitan deshacerte de la grasa sobrante. Por lo tanto, ¡deja de culpar de tu sobrepeso a tu constitución y empieza a cambiar tu estilo de vida desde ya!

Para empezar, deberías comenzar a comer más sano. Una dieta para perder peso debería estar basada en comidas poco calóricas. También debería ser rica en hidratos de carbono antes de realizar actividad física, y tendría que incluir un 15% de proteínas y menos de un 30% de grasas.

Además, en lugar de comer grandes cantidades pocas veces al día, lo mejor es que comas hasta 5 veces por díay reduzcas la cantidad de comida que consumes en cada menú. Y no te olvides de masticar bien la comida antes de tragarla.

También ayudará que practiques deporte o salgas a pasear al menos 3 o 4 veces a la semana. No será suficiente con un ejercicio de alta intensidad una vez por semana. Es preferible que seas constante y practiques deporte de menor intensidad para evitar lesiones y acostumbrar a tu cuerpo a sus nuevos hábitos.

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